AMISTADES PELIGROSAS

El mutualismo es una relación entre dos especies en la que ambas obtienen beneficios. En algunos casos, cuando al menos una de las partes depende de la otra se denomina simbiosis, y puede incluir casos de parasitismo. Es muy conocida la relación mutualista entre las anémonas y peces payasos por ejemplo, pero no son las únicas amistades peligrosas en el reino animal que tienen un buen resultado.

La anémona Calliactis parasitica también mantienen una estrecha relación con los cangrejos ermitaños del género Dardanus: las anémonas viven en la concha de los cangrejos y así pueden desplazarse, cosa que es imposible para ellas porque son animales sésiles, y a cambio el cangrejo está defendido de sus depredadores gracias a los tentáculos de la anémona.

Otro ejemplo, es el del chorlito egipcio y el cocodrilo. Los cocodrilos tienen 80 dientes que sustituyen varias veces al año. Los restos que se quedan entre ellos son un foco para bacterias e infecciones, lo que les supone un problema. Por ello dejan al chorlito egipcio que se pose en su boca y se alimente de estos restos. El cocodrilo consigue una limpieza de boca gratuita y el chorlito llena su buche.

En el mar tenemos otro buen ejemplo: la gamba ciega y el pez gobio son buenos compañeros de piso: la gamba construye madrigueras que mantiene siempre limpia y a punto. Esta la comparte con el pez gobio, conviviendo así en la misma madriguera. Las gambas, como su propio nombre indica son ciegas, por lo que el pez gobio a cambio de un piso limpio y renovado hace de vigía y alerta mediante vibraciones a su compañera cuando hay peligro para que ambos puedan esconderse.

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