Los castores y el bosque patagónico

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Bosque destruido por castores en Tierra del Fuego. Foto del Ministerio de Ambiente

 

A final de los años 40, se introdujeron 20 castores en Tierra del Fuego. Ahora son más de ¡100.000! Y esto se ha convertido en un gran problema para la supervivencia del bosque patagónico.

No fue un error (sí a nivel ecológico, pero no fue un despiste). En esta zona se han introducido diferentes especies traídas desde el norte del continente americano para obtener beneficios de ellas, desde el punto de vista del ser humano.

La armada argentina posaba sonriente en la foto de la introducción de las 10 parejas de castores. Estos castores cuando se reprodujeran en los bosques permitirían crear una industria peletera local que daría riqueza.

Sin embargo, la cosa se descontroló y en 1960, los castores llegaban a territorio chileno. En 1990 los castores cruzaron el Estrecho de Magallanes, para el 2000 la pérdida económica que habían provocado en el ecosistema rondaba los 2 millones de dólares entre bosques y recursos primarios.

Pero… con lo adorables que son ¿cómo puede provocar ese daño? Los castores son unos grandes ingenieros. Construyen presas que acumulan el agua de los ríos en “embalses” que ellos mismo se fabrican. En medio de ese embalse que se construyen se encuentra su casa, construida también con troncos que van llevando a partir de árboles que talan del bosque.

En los bosques patagónicos, algunos árboles han tardado entre 50 y 100 años en crecer, pero en cuestión de horas los castores los echan abajo. Además, aquellos que rompen o comienzan a talar, tampoco logran sobrevivir. En el hábitat natural de los castores, los árboles son resistentes a estos cortes, por eso el problema surge cuando sacas a la especie de su hábitat y se extiende por otro con unas especies y condiciones completamente diferentes.

Esto hace que en Tierra del Fuego hayan destruido ya 30.000 hectáreas de bosque. El problema no es sólo la extensión destruida sino la dificultad para regenarse. Si se eliminaran los diques que acumulan el agua, ese agua que inundaba vegetación que se destruyó se convierte en lodo. Este lodo deja enterradas las semillas que permitirían la regeneración del bosque. Todo esto lleva a que el bosque puede tardar 20 años en volver a su estado inicial. En ese tiempo ya se han podido ubicar especies introducidas de pastizal.

Además, el cambio en los cursos del agua afecta desde a la temperatura hasta las especies nativas de la zona que viven en los ríos. Y por supuesto ya ha tenido consecuencias en caminos que utiliza el ser humano.

¿Soluciones? Por un lado se está intentando hacer un control de las poblaciones de castores, pero la población ya es enorme. De las especies más comunes en los bosques patagónicos (o magallánicos), parece que el ñire (Nothofagus antarctica) podría tener más facilidad para recuperarse. La lenga (Nothofagus pumilio) por ejemplo tendría mucho más difícil recuperarse pero podría facilitársele el camino con el ñire.

Las soluciones claro, no vienen exentas de lógicas polémicas, puesto que la erradicación del castor supone matar a miles de individuos, y por otro lado el castor ya está completamente integrado en la propia cultura popular de la zona. Hasta da nombre a la estación de esquí más austral del mundo en Ushuaia: Cerro Castor.

Por ello es tan importante poner medidas para prevenir la expansión de especies invasoras. Esta no ha sido la única especie introducida a posta por el ser humano en esta zona. Ya se hizo con la rata almizclera, el conejo, y los zorros grises. De hecho el conejo supuso un gran problema cuando comenzó a reproducirse. Y eso fue lo que hizo que se tomara la decisión de introducir zorros para que les cazaran. Luego llegó la mixomatosis, enfermedad que mató a los conejos y dejó una gran población de zorros grises.

En fin, que no se puede jugar con los ecosistemas como si no tuvieran ya sus propias normas del juego que les permite estar en equilibro. Mejor que nos estemos quietecitos y dejemos a la pachamama hacer su trabajo. Sobre todo cuando ni siquiera conocemos las normas de ese ecositema previamente.

 

 

Bibliografía:

https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-078X2015000100003&script=sci_arttext

https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/8644/CONICET_Digital_Nro.12238.pdf?sequence=1&isAllowed=y

https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/castores-invaden-los-bosques-y-estepas-de-chile-y-argentina/

https://elpais.com/internacional/2018/03/18/argentina/1521392097_988892.html