No es la primera vez que escribo sobre este tema, pero es una realidad que por desgracia sigue siendo potenciada y que es urgente parar. La caza enlatada, como vimos en post anteriores, consiste en una cruel práctica en la que se crían leones (y otros animales, pero en este caso me refiero a leones porque es en lo que me centraré), para que luego los cazadores puedan matarlos.
En estas granjas los leones son criados a biberón y no sólo están destinados para la caza, sino que a lo largo de su vida se utilizan en una práctica denominada “petting”. Esta consiste en que turistas pagan para tocar y hacerse fotos con leones en supuestos “santuarios” de leones que una vez estos alcanzan la madurez pasan a ser un trofeo de la caza enlatada. Por supuesto en el crecimiento, estos animales están apartados de una vida tal y como su naturaleza les exigiría.
Con esta actividad atraen no sólo a los cazadores (estadounidenses y europeos en su mayoría, y España se encuentra en los primeros puestos), sino a turistas que no siempre saben lo que implican estas fotografías. Ahora que se acercan las vacaciones y haremos viajes, tenemos que tener en cuenta este tipo de prácticas para no colaborar, por simple desconocimiento, en este tipo de actividades.
Los leones además, al estar acostumbrados al contacto humano, se acercan a los cazadores que le van a dar muerte con total inocencia, cosa que en la naturaleza no ocurriría. Como consecuencia, muchos leones mueren tras una larga agonía puesto que no son siempre cazadores expertos, sino simples aficionados adinerados que buscan una caza fácil, en algunos casos incluso sin tener licencia de armas, con animales en recintos cerrados y no hacen siempre un disparo certero. Tan altas son las probabilidades de cazar al león que el lema de estos negocios es “no kill, no pay“, es decir, si no matas no pagas.
Existen más de 200 granjas que viven de este negocio, en el que entregar un león macho de gran tamaño y y melena puede darles incluso más de 45.000 euros, aunque los cazadores pueden “conformarse” con leones jóvenes (incluso cachorros) o hembras por menos de 6.000 euros.
Como consecuencia, existen unos 5.000 leones en granjas para caza enlatada, más del doble que en libertad (2.000), por lo que la justificación de muchas cacerías enlatadas encubiertas de que realizan esta práctica como “control de la especie” por exceso de depredadores es totalmente falsa, puesto que están criándolos para matarlos cuando la especie necesita todo lo contrario: su protección para la conservación en estado salvaje. Además la cría en estas granjas es totalmente contraproducente para la conservación de sus poblaciones en libertad, entre otros motivos por el intercambio genético forzado que se da en ellas.

El negocio no acaba aquí, sino que algunas partes del cadáver del león abatido se venden después en el mercado asiático haciéndolos pasar por huesos de tigre o similares, a los que se les atribuye falsos logros medicinales y contribuyendo así de nuevo al comercio ilegal de partes de especies en peligro de extinción.
Existen muchas asociaciones y expertos trabajando para que esta práctica desaparezca como os contaba en otro post anterior en el que os hablaba de la labor de Kevin Richardson. Para encontrar más info o formas de ayudar podéis buscar diferentes campañas:
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En la web de FADA podéis encontrar la sección (a la que os lleva el enlace) sobre turismo responsable que nos da algunos datos extras sobre esta horrible práctica. En esta web podéis consultar no sólo datos sobre caza enlatada, sino prácticas éticas con los animales cuando vamos de turismo para respetar a la naturaleza y velar por el bienestar de estos.
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CACH es una campaña para la defensa de los leones y contra la caza enlatada, en su web también podéis encontrar muchísima información. Desde la publicación y éxito de su libro “Canned Lion Hunting- National Disgrace”, Chris y Bev se convirtieron en parte del paisaje de conservación y bienestar animal en Sudáfrica.
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Kevin Richardson es todo un ejemplo a seguir en este campo, en su web podéis encontrar más sobre su trabajo, y podéis ver que ofrece la posibilidad de alojarse y hacer voluntariados.
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National Geographic con su campaña Big Cats pretende buscar ayuda para salvar a los grandes felinos, todos acosados por distintas amenazas en su mayoría provenientes del ser humano. En la web podéis conocer proyectos de conservación, más información y ofrece la posibilidad de realizar donaciones.
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Ya os dejé un documental recomendado en un post anterior, pero os dejo un primer vídeo de sólo 10 min. y para lo ques tengáis más tiempo os dejo el segundo vídeo que es la primera parte de un documental sobre caza enlatada. Ambos en inglés, el segundo subtitulado 😉
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La foto que veis al comienzo del post, no pertenece a ninguna de estas granjas ni está relacionada con la caza enlatada, son leones que yo crié en centros en España, y en mi trabajo como bióloga, no como turista, de hecho el cachorro que protagoniza la foto está dormido porque lleva rato sobre mi, no están siendo obligado a posar. Intento evitar subir foto en la que aparezcan los animales en un ambiente desnaturalizado precisamente para no promover esto, pero la realidad es que esta foto existe y creo que es fácil observar la tranquilidad del león y que no es un posado. Podéis encontrar más información de cómo han sido tomadas estas y el resto de fotos en la sección sobre mí del blog.
Por supuesto estos animales deberían vivir en libertad, pero por desgracia a día de hoy son aún necesarios programas de conservación que protejan de verdad a estas especies, por lo que reservas y zoológicos con verdaderos programas de conservación pueden llevar a cabo un papel decisivo. La población de leones ha descendido un 90% los últimos 75 años, por lo que programas que incluyan la reintroducción en un medio seguro para ellos se hacen cada vez más necesarios, así como el intercambio genético entre poblaciones.
Esto no implica que cuando vayamos a alguno de estos centros tengamos que plantearnos que prácticas se deben apoyar y cuáles no, y en algunos casos preguntarnos a dónde van todas la crías que nacen en ellos. Normalmente existe un intercambio entre centros especializados, tal y como dicta la normativa de EAZA, pero siempre deberíamos saber qué tipo de centro estamos visitando y apoyando.
Existen muchas formas de ayudar, entre ellas exigiendo leyes en nuestro propio país que mejoren y exijan programas de conservación a los centros que aqui tenemos, o podríamos seguir el ejemplo de Australia, que prohibió la entrada de trofeos de caza provenientes en su país. De hecho, La Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA) se ha dirigido a los eurodiputados españoles solicitándoles que apoyen una Declaración Escrita en el Parlamento Europeo con el objetivo de restringir la importación de los trofeos de caza en los Estados miembros de la Unión.
Por otro lado, la UICN pedirá al Gobierno de Sudáfrica y a otros gobiernos del África meridional que antes de 2020 pongan fin a la práctica de la cría de leones en cautividad para el ‘abatimiento a tiros en recintos cerrados‘ mediante un proceso estructurado con plazos concretos, y prohibir por ley la caza de leones criados en cautividad en cualquier circunstancia. Sin embargo la UICN no puede imponer esto, será Sudáfrica quien tenga la última palabra.
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