CEBRAS Y PESTE EQUINA AFRICANA

La peste equina africana (African Horse Sickness) está provocada por un virus de ARN, y afecta al 100% de las cebras del Parque Nacional Kruger. El 75% de los potros nacen entre ocubre-marzo, y a los 5-6 meses de edad se infectan con el virus (AHSV) alcanzando al 1-3% de ellos, y extendiéndose a todos cuando cumplen el año.

Esto hace que se produzca un pico en la influencia de la enfermedad a finales de verano. En el sur de África, los animales infectados, que pueden ser cebras, burros, caballos… no sufren en muchos casos ni síntomas al portar el virus. A las cebras no les afecta y en el caso de los asnos sólo el 10% pueden mostrar algunos síntomas.

La enfermedad no es contagiosa, pero se transmite a través de la picaduras de insectos. A lo largo del siglo XX el virus de la cebra, endémica de Sudáfrica fue transmitiéndose por el continente africano debido a la intrusión de caballos o burros en territorios de cebras, pero la excesiva caza de estas mantuvo controlada la expansión del virus.

Sin embargo, con el movimiento de las cebras por parte del ser humano hacia otros continentes fue acompañado por el movimiento del virus, puesto que el vector que la transmite si se encuentra en todo el mundo. Con esto, el virus llega a individuos que no están preparados inmunológicamente a hacer frente a la enfermedad. Por ello, al transferir el virus a los equinos fuera del continente africano estos sufren síntomas y en un alto porcentaje les afecta hasta la muerte.

Con el movimiento de especies fuera de su hábitat natural, la propagación de enfermedades a la que la especie es inmune puede afectar a poblaciones de la zona destino, por lo que no sólo las especies invasoras son un problema en el movimiento de animales, sino que cualquier translocación de animales puede suponer un riesgo para especies vulnerables que no conocemos que lo son hasta que se ven afectadas.

Actualmente se plantea en programas de conservación hacer alguna repoblación con cebras en algunas zonas de Sudáfrica debido al descenso de la población, pero existe una gran controversia debido a que estas poblaciones son el reservorio del virus, y el control natural por depredadores como el león también se ha visto afectado. Una vez más vemos que ara cualquier actuación es necesario hacer un estudio del ecosistema completo.