Durante muchos años se ha intentado estudiar y buscar donde reside exactamente la inteligencia, además de compararla entre distintas especies.
En los mamíferos, existe una zona llamada corteza prefrontal, a la que se le atribuye algunas funciones que se relacionan con la inteligencia, como la personalidad, la resolución de problemas, ejecución de tareas, la conciencia de sí mismo teoría de la mente (TOM) … en aves, sin embargo, se ha encontrado que la región caudolateral del nidopallium podría ser la estructura que fuera equivalente.
Los córvidos por ejemplo, como ya se ha demostrado, poseen TOM, esto implica que son capaces de deducir lo que otros individuos están pensando o van a hacer. Esto requiere un alto nivel de inteligencia, por lo que si estamos espiando a un cuervo él actuará en consecuencia puesto que sabrá que nuestra intención es precisamente espiarle.
En un estudio de la revista Science de 2017, se muestra que los cuervos son capaces de planificar tareas con anterioridad, algo que hasta ese momento se consideraba exclusivo de la inteligencia de grandes simios. En este experimento se utilizaban herramientas que tenían que seleccionar para 24 horas después poder coger su comida gracias a ellas.
Esto es otra característica de la inteligencia de los córvidos: son capaces no sólo de utilizar herramientas sino de modificarlas para mejorarlas.
La foto del cuervo está hecha en GREFA, no sé si lo conocéis pero es un centro que trabaja para la rehabilitación de fauna. Con el éxito de la serie Juego de Tronos, se puso de moda tener como mascotas distintos córvidos, (hay que recordar que los cuervos están protegidos en España). En cualquier caso, hay que recordar que un animal salvaje como es el cuervo y con todos los requisitos no solo de alimento y espacio, sino cognitivos y sociales, no es precisamente de las mejores ideas. Sobre todo cuando llega una moda y al tiempo nos aburrimos del animal, este ya es difícilmente reintroducible en el medio y terminamos condenándolo a vivir en cautividad.
Artículo citado de Science: https://science.sciencemag.org/content/357/6347/202
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