Las medusas son animales cuyo cuerpo está formado un 99% por agua en los casos más extremos. Pertenecen al grupo de los cnidarios, y su cuerpo está formado por una umbela (la parte que parece una gran bolsa), en la que tienen una boca rodeada por tentáculos. Estos tentáculos son urticantes debido a unas células llamadas cnidoblastos, que utilizan para paralizar a sus presas.
En los últimos años hemos visto que cada vez llegan más medusas a nuestras costas, lo que parece una invasión de medusas en las playas, y muchos apuntan al aumento de la temperatura del mar como culpable.
Investigadores del CSIC apuntan que hay que pensar en las causas generales del crecimiento de la población de medusas a nivel global y que han creado un “desequilibrio”. El aumento de la temperatura del planeta ha propiciado un incremento del número de medusas en sus fases reproductivas, además la pesca de sus depredadores o el exceso de nutrientes presentes en el mar a causa de los vertidos, ha ayudado “de sobremanera” al gran número de estos animales y a que, por tanto, lleguen más a las costas que hace unos años.
Yo misma he visto la rapidez con la que las medusas pueden llegar a reproducirse, en mi caso lo comprobé con Aurelia aurita, medusa cosmopolita, que sólo evita las zonas más frías de los polos y es de las más comunes. Su vida como medusa es aproximadamente de unos 6 meses, pero esto es sólo una fase de su ciclo. Las medusas viven un tiempo como tal, pero cuando se reproducen sexualmente, el zigoto que se desarrolla sobre los brazos de la hembra pasa a asentarse en el fondo del mar, donde vive como estado de pólipo y por estrobilación produce muchas éfiras que se convertirán en medusas. Por ello, de una medusa al reproducirse aparecen muchas más.
Teniendo en cuenta estos datos, la próxima vez que vayamos a la playa y no podamos bañarnos porque la marea venga llena de medusas quizás debamos pensar que indirectamente no son las medusas las que nos lo impiden sino nosotr@s mism@s..
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