Ese peinado punk que le vemos a la grulla, aunque parezca estar hecho con unas espinas, o pelos engominados, está constituido por plumas.
Las plumas son estructuras muy ligeras, si no no podrían volar las aves, y existen varios tipos: coberteras, de vuelo, plumón… y además según las especies adquieren un colorido y forma característico según la función que vayan a desempeñar. Pero todas comparten una estructura básica semejante: tienen un cálamo,que es la parte que está dentro de la piel y de la que sale el raquis. El raquis es el eje principal de la pluma que porta muchas barbas: las barbas se encuentran paralelas y diagonalmente hacia afuera en ambos lados para formar una superficie plana y extensa que denominamos limbo o estandarte en el que hay cientos de barbas.
Si examinamos una pluma al microscopio comprobaríamos que cada barba parece ser una réplica en miniatura de la pluma, que tienen bárbulas a cada lado en lugar de barbas. Las bárbulas de una pluma se entrelazan con las de al lado mediante pequeños ganchitos. Por eso si tenemos una pluma entre nuestras manos y separamos con nuestros dedos las barbas, con sólo una nueva pasado con los dedos vuelve a quedar unido todo el limbo. Las aves hacen esto de forma natural con su pico para acicalarse y asegurar que todo su cuerpo queda correctamente cubierto por las plumas y las mantienen en el mejor estado posible para que cumplan sus funciones. Las grullas son aves zancudas, lo que les permite tener las plumas a salvo del agua cuando andan entre marismas o zonas inundadas, lo que les permite mantenerlas secas y que puedan acicalarse dentro del agua.
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