Antes de que en 1960, la Dra. Jane Goodall observara a un chimpancé quitarle hojas a ramitas para diseñar una herramienta con la que cazar en un nido de termitas, los científicos pensaban que el ser humano era la única especie que fabricaba y utilizaba herramientas. En ese momento, el antropólogo Leaky dijo “Ahora deberíamos redefinir herramienta, redefinir hombre o aceptar a los chimpancés como humanos”.
Desde entonces se han descubierto muchas especies animales que también son capaces de construir y utilizar herramientas. La forma de las manos en los primates ha permitido un mayor desarrollo de estas habilidades, que se han estudiado ampliamente en este grupo y se han visto por ejemplo capuchinos utilizando diversos artilugios.
Pero no es una habilidad exclusiva de los primates: las nutrias recogen piedras del fondo del mar, las colocan en su pecho mientras nadan y luego las utilizan para abrir almejas, caracoles, erizos de mar… En el mar los pulpos recopilan cáscaras de coco y las apilan para formar un refugio, mientras que los delfines utilizan esponjas que llevan envolviéndoles la boca para no hacerse daño y ayudarse cuando mueven la arena del fondo marino en busca de alimento.
Los elefantes usan ramas para rascarse, excavar o golpear, e incluso son capaces de resolver acertijos en los que tienen que mover cajas o usar herramientas para conseguir alimento.
Numerosas aves utilizan ramas de los árboles como herramientas, los córvidos (la familia de los cuervos) son especialmente hábiles, como podéis ver en el vídeo de National Geographic. Yo cuidaba de dos que eran más listos que yo. Por muy difícil que tuvieran conseguir abrir la cerradura, todos los días cuando llegaba por la mañana al zoo me los encontraba con las puertas de sus instalaciones abiertas y esperando su comida en la zona por donde entraban los cuidadores. Por suerte la puerta que daba a la salida completamente no consiguieron nunca abrirla. Además escondían su comida enterrándola, por lo que siempre me engañaban y les daba comida cuando aún tenían reservas para varios días. Empecé a sospechar cuando era imposible que comieran más comida de lo que ellos mismos pesaban…
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