EL NEGOCIO DE LAS PIELES

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El tigre de la foto tiene pocos meses, pero en cuestión de un año más tenía el tamaño suficiente como para convertirse en trofeo de caza furtiva, ya sea por su piel, sus colmillos, ser disecado o convertido en mascota.

La piel de tigre siempre fue asociada tradicionalmente a un símbolo de poder, y si se trata de una piel de tigre blanco, mucho más “exótica” aún se convierte en algo más preciado. Entre otros motivos, esta ha sido la causa de la extinción en la naturaleza de este precioso felino que por desgracia a día de hoy sólo puede ser observado en cautividad. Es uno de los escasos casos en los que puede tener sentido reproducirlos en cautividad para conseguir tener una población lo suficientemente grande como para que tras la reintroducción pudieran tener resultado.

En cualquier caso, tenemos que recordar que el tigre blanco no es una especie o subespecie como tal, sino que es una mutación (no albinismo, si no no tendría rayas negras) que afecta a la pigmentación de la piel. Por ello en realidad estaríamos hablando de que se ha extinguido un fenotipo en la naturaleza, es decir, han desaparecido los de color blanco.

La población actual en cautividad en muchos casos, además, posee un grave problema para llevar a cabo un plan de reproducción y reintroducción del tigre blanco de forma aislada: existe un alto índice de consanguinidad, puesto que se han cruzado parientes cercanos entre sí para asegurar la aparición de crías blancas, por lo que se han acumulado genes que provocan enfermedades que antes no daban la luz con tanta frecuencia. En este post anterior tenéis las subespecies de tigres 😉

En el mercado negro una piel de un tigre adulto puede costar más de 20.000€. Pero hay gente que paga esa cantidad para tenerlo. Entre ellos, tal y como sacó a la luz la Environmental Investigation Agency (EIA), muchos altos cargos en el ejército de China, lo que lleva a que la política del país nunca sea la prohibición total ni se penalice lo suficiente. Tenéis más info en este artículo de National Geographic de 2010.

A los dientes del tigre, e incluso a sus huesos se les atribuyen FALSAS propiedades curativas o mágicas, por lo que cazar a un tigre puede generar mucho dinero. Todo esto si no tenemos en cuenta la caza enlatada que se pueda dar. En los países de distribución del tigre no hay unos censos adecuados o suficientes ni de los individuos vivos ni de sus partes, por lo que el comercio por partes de tigre sigue mermando a la especie, a pesar de las restricciones que impone CITES.

Indirectamente además está afectando al comercio ilegal por partes de leones, pesto que las propias granjas de caza enlatada en África de leones venden huesos de estos en el mercado ilegal de china haciéndolos pasar por huesos de tigre, ya que los compradores no lo suelen diferenciar.

¿Qué podemos hacer nosotr@s entonces?

  • En primer lugar NUNCA consumir un souvenir si viajamos a estos países fabricado con alguna parte de un tigre. O un león.
  • No fomentar la cría en cautividad visitando centros que no participen en programas de conservación.
  • Denunciar la tenencia ilegal de algún animal de este tipo.
  • No fomentar en las redes sociales estas prácticas dañinas, si no ayudar a concienciar. Instar a pedir políticas de protección para estas especies amenazadas.
  • Consumir productos que no alteren el hábitat natural de ellos (Ej: evitar aceite de palma)
  • Colaborar con entidades como WWF que trabajan en la defensa de estas especies.

 

 

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