LOS COLORES DE LA NATURALEZA

La selección natural se ha encargado de que los seres vivos tengamos el color idóneo para resaltar en el medio y avisar del peligro que supone acercarse a  un animal, o por el contrario pasar desapercibido para intentar no ser capturado por un depredador.

En muchas aves, el macho suele tener un color más vistoso y un plumaje más llamativo que las hembras, es el caso por ejemplo del pavo real. Esto se debe a que el color suma puntos para ser más atractivos a ojos de las hembras, y por otro lado, la hembra necesita camuflarse bien para no ser encontrada fácilmente por los depredadores mientras incuba los huevos.

El pelaje de mamíferos suele estar determinado por el color o los patrones de las zonas donde viven, por ello el oso polar es blanco, porque viven en zonas con hielo, y el pardo es de este color por vivir en zonas boscosas. No sólo la presa tiene que pasar desapercibida, también el depredador, si no sus presas le verían acercarse y sería muy difícil que consiguieran cazar. Por este motivo en la naturaleza los tigres y leones blancos tienen muchas menos posibilidades de sobrevivir, mientras que un león de pigmentación normal se podrá esconder entre la vegetación seca de la sabana pasando desapercibido.

En el mundo marino existen numerosos colores, incluso algunos fuera de la capacidad del ojo humano. Existen algunos patrones comunes en los mamíferos marinos o peces de gran tamaño: tienen el vientre de color blanco o claro y el dorso de un color oscuro (por ejemplo las orcas, delfines, tiburones, incluso pingüinos…). Esto se debe a que de esta forma al ser observados desde abajo son confundidos con la luz que penetra en el agua, y al ser vistos desde arriba se camuflan con el fondo del mar. De este modo consiguen camuflarse para protegerse o para acercarse a su comida.

Algunos animales presentan colores muy vivos y fuertes, es algo común en muchos insectos, anfibios y reptiles. Este color que a primera hora podríamos pensar que es una desventaja puesto que sus depredadores los encontrarían fácilmente en realidad funciona como una señal de aviso: los colores fuertes suelen aparecer en especies venenosas, por lo que en realidad están alertando de su potencial peligrosidad, el depredador los reconoce y así evitan ser cazados. Algunas especies sin embargo tienen colores o patrones de colores muy parecidos a las de una especie peligrosa sin serlo, son “copiadoras” como mecanismo de defensa, el depredador no se comerá a un animal que puede que sea venenoso, esto es lo que se denomina como mimetismo batesiano.