RIESGOS DE ZOONOSIS EN LAS GRANJAS DE LEONES DE SUDÁFRICA

Ya hemos hablado en varios post anteriores, de hecho es tema recurrente desde el inicio del blog, sobre la caza enlatada de leones o las granjas de animales salvajes. Parto de la base para este post, de que ya conocéis las consideraciones éticas sobre este tipo de prácticas y lo contraproducente que son la para la conservación.

Escribo de nuevo sobre el tema tras leer un estudio publicado el pasado 18 de septiembre sobre el peligro para la salud de la especie (Panthera leo), y también de los seres humanos, que suponen este tipo de prácticas.

Con la covid19 hemos aprendido muy bien el término “zoonosis”: enfermedades infecciosas que pasan de una especie a otra. En el caso de las granjas de leones, estas instalaciones se convierten en un foco y potencial peligro de futuras enfermedades zoonóticas debido al contacto directo de humanos y leones.

En las últimas dos décadas el número de leones en estas granjas ha crecido exponencialmente bajo un falso “turismo ecológico”, que ha provocado que se superen los 8.500 individuos en más de 300 granjas diferentes. Esto aumenta el número de posibles contactos a través del turismo al que se le atrae precisamente por actividades que implican interacción artificial entre leones y humanos: dar biberones, paseos con leones o la propia caza enlatada.

También son un riesgo el tratamiento de los cadáveres de los animales durante la manipulación en la preparación de trofeos de caza o venta en el mercado asiático de huesos de león.

Para hacer el estudio se comenzó revisando 152 papers anteriores, en los que se buscan bacterias, hongos, parásitos, protozoos, virus, que estén relacionados con casos de leones, asiáticos o africanos y en libertad o cautividad.

Al analizarlo se obtienen entre otros, estos resultados:

Hay 63 organismos patógenos diferentes, que hayan sido reportados, que afectan a los leones, de ellos el 17,27% son virus y el 11,17% bacterias.
Algunos de los patógenos encontrados tienen la capacidad de infectar tejido humano, y requiere simplemente de contacto físico con la piel del león. La base del atrayente turístico precisamente.
Los leones pueden ser vectores asintomáticos de diferentes enfermedades infecciosas.
No sólo se puede producir una zoonosis en relación al ser humano, sino que dadas las condiciones de reservorio podrían desencadenar una infección en otros carnívoros, lo cual supone otro riesgo más para el ecosistema.
Estos son sólo algunos de los resultados, pero tenéis el link al artículo completo al final del post para que podáis ver todas las enfermedades relacionadas y los potenciales peligros que supone.

Ya sabíamos que estas granjas de leones más allá de la deplorable ética, eran un peligro para la conservación, pero con este estudio de revisión desde una perspectiva sanitaria queda claro que también son un riesgo para la bioseguridad, no sólo de los seres humanos sino de los ecosistemas.

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