El Paso de Drake: el último salto hasta la Antártida

La diferencia entre animales de sangre caliente y de sangre fría no se encuentra en la diferencia de la temperatura de esta, sino en su facilidad para adaptarse a los cambios de temperatura del ambiente.

Los reptiles, de sangre fría, son incapaces de regular por sí mismos su temperatura corporal. Por ello podemos ver a los cocodrilos a orilla de los ríos tomando el sol, o iguanas tomando largas siestas en las ramas más soleadas de los árboles. Cuando sienten que su cuerpo ha tomado el suficiente calor, o incluso empiezan a acalorarse, se mueven y se dirigen a la sombra, donde podrán enfriarse. Es muy común que utilicen el agua como forma para enfriar sus cuerpos o ayudarles a regular la temperatura.

Además el calor de su cuerpo está relacionado con la actividad: si cogemos a una serpiente cuando su temperatura corporal es alta, ésta se moverá continuamente, mientras que si la tomamos cuando está con una temperatura corporal baja apenas hará movimientos. EL frío provoca letargo y el calor aumenta la actividad.

Ningún extremo es beneficioso para el animal, por lo que siempre intentarán estar en su punto óptimo, así que si vemos un reptil descansando al sol tranquilamente no vayamos a cogerlo o intentar espantarlo, porque sólo busca coger calorcito.

Los animales de sangre caliente, como nosotros, no tenemos la sangre a más temperatura, simplemente nuestro cuerpo regula los grados a los que debe estar, por ejemplo nuestra temperatura corporal debe mantenerse en torno a los 37º, la de un gato a 38 o 39º y la de un loro a 40-42ºC . Si esta temperatura varía notablemente es síntoma de alguna enfermedad, tendremos fiebre o hipotermia, y deberemos hacer algo para remediarlo. Si fuéramos una iguana podríamos

vivir con esos cambios de temperatura (hasta cierto punto), pero tendríamos que ir en busca de frío o calor para intentar estar en el estado óptimo.A los animales que son de sangre fría se les denomina poiquilotérmicos y a los de sangre caliente homeotermos.

Ahora que ya sabemos esto, imagino que podréis deducir el estado en el que se encuentran los reptiles de las siguientes imágenes:

Estas fotos son de una exposición anual de mascotas de Sevilla en marzo. Todo legal por supuesto, pero respecto al bienestar de esos animales creo que deja mucho que desear. Los reptiles y anfibios estaban metidos en cajas y tuppers, como si fuéramos a comprar zapatos o comida china, olvidando que estamos comprando un ser vivo.

Además como veis en las fotos la única fuente de calor que tenían eran algunos focos repartidos que no calentaban a todos los animales. De hecho cuando toqué las cajas estaban totalmente frías. Esto explica el hecho de que no se movían (aunque tampoco el espacio les permitía mucho), y por supuesto si en esa situación las sacamos podríamos manipularlas sin problema porque apenas se moverían, la cosa podría cambiar cuando llegáramos a casa.

Por esto, antes de lanzarnos acoger o comprar un animal, tenemos que plantearnos si sabemos lo suficiente de él y estamos preparados para cuidarlo, si no sería mejor que ese animal estuviera en libertad, y si tenemos la posibilidad de cubrir todas sus necesidades a lo largo de toda su vida, puesto que ya será siempre nuestra responsabilidad. Si cumplimos todo esto, entonces podremos comenzar a pensar detenidamente cuál es el mejor sitio para adquirir este animal, evitemos las cajas de zapatos.