¿QUÉ SON LOS BIOINDICADORES?

Los bioindicadores son organismos o sistemas que son especialmente sensibles a la calidad de distintos factores ambientales y a los cambios de estos. Esto quiere decir que la presencia o no de una especie puede indicarnos que en existe una alta calidad de agua, aire, nutrientes… o todo lo contrario. Además cuando se produce alguna alteración del entorno (natural o a causa del hombre) algunos organismos desarrollan una respuesta determinada, incluso pueden acumular el agente contaminante y nos serviría para detectarlo.

Entre los organismos que suelen usarse como bioindicadores existen líquenes, plantas, insectos, y puede resultar muy útil la herpetofauna. Los líquenes son asociaciones entre algas y hongos, y pueden tolerar sólo una determinada concentración de contaminantes, especialmente en el aire. Si el ecosistema está contaminado encontraríamos sólo los líquenes más resistentes, incluso podríamos averiguar qué agente contaminante concreto está actuando según las especiesque viven allí. Algo parecido ocurre con las plantas: según la cantidad de determinados metales que encontremos en el sustrato crecerán unos u otros tipos de plantas. Esto nos servirá para identificar y saber qué elemento está contaminando para que podamos buscar la herramienta más eficaz para remediarlo, para lo que también se pueden utilizar bioindicadores.

En caso de la herpetofauna, son especialmente sensibles a la calidad del agua. Según las especies que encontremos podremos determinar la calidad o pureza de un ecosistema. Un ejemplo de esto sería en el Corredor Verde del Río Guadiamar. En 1998 se produjo una rotura de la balsa de contención de los lodos de la mina de Aznalcóllar, lo que provocó un desastre ecológico con un vertido de 6.0000 millones de litros de aguas ácidas y con metales pesados en el río Guadiamar. Tras esto se elaboraron programas y medidas para devolver la limpieza a esas aguas. Para controlar la evolución se ha utilizado la presencia o ausencia de animales que viven en el río o hábitats asociados a él.

La creciente actividad minera en las selvas del amazonas para extraer metales como el hierro (podéis ver un vídeo muy interesante en este post) tienen consecuencias ambientales que pueden ser observadas en la herpetofauna asociada por su sensibilidad. Estas actividades además de suponer la pérdida de hábitats por la deforestación provoca la entrada de metales pesados en sistemas acuáticos y en el aire. Conociendo las características de las especies y su presencia/ausencia, o crecimiento/decrecimiento de una población podríamos detectar un cambio, un contaminante antes de que provoque daños mayores.